Nadie apostaba por nosotros a principio de temporada, seguramente ni nosotros mismos veíamos tan cerca algo que parecía tan lejano. Y cuando todavía no hemos terminado de celebrar el primer título de esta temporada, vamos nosotros y ganamos el segundo: La Super Copa de Europa. Ya podemos cantar todos eso de: "Somos campeones de Europa".
Un doblete. El segundo que vivo, pero el primero que siento de verdad.
Para muchos esto no cambia nada, para nosotros sí. Le da sentido a todo eso que hemos defendido con uñas y dientes durante tanto tiempo. Es darle a unos cuantos en las narices y hacerles tragarse sus palabras una a una. Y cuando tienes claro que tu equipo NO es una mierda, no hay nada mejor como ver que el que te lo ha estado diciendo una y otra vez, no tiene ninguna respuesta ingeniosa esta vez.
Porque somos campeones de Europa.
Porque personalmente no necesitaba este título para seguir convencida que ESTE es mi equipo, que sus rayas van con mi forma de ser (aunque no sabría explicar la razón).
Para mi, escuchar y entender a la perfeción cada canción que se grita en el campo, no tiene precio.
Para mi, escuchar y entender a la perfeción cada canción que se grita en el campo, no tiene precio.
Para mi, que cada vez que me pongo la camiseta del Atleti reciba alguna que otra sonrisa por la calle, y algún que otro ¡Aupa Atleti!, no es comparable con sacar un talonario y traerte al "mejor" jugador del mundo.
Pero en esta fiesta no hay que acordarse de nuestros "amigos", esta fiesta es sólo nuestra. Sólo las rayas rojiblancas son protagonistas de toda esta bendita locura.
Sólo dos palabras: ¡AÚPA ATLETI!
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silbiditos!