Supongo que es fruto de: cuanto más se acerca el "mañana" más me agobian las cosas. Más necesito esos abrazos y tener cierta seguridad. Podría seguir así si ese mañana no llegase, pero al final va a llegar, y cada vez está más cerca.
Puede que mañana me quiera ir, y puede también que mañana sea la vida y que mañana... No exista mañana. No soy esa niña, no soy ese duende, no soy luchadora, no soy tu camino, no soy buena amante, ni soy buena esposa. No soy una flor, ni un trozo de pan. Sólo soy esa cara de idiota. Idiota. Idiota por tener que recordar la última vez que te pedí tu amor. Idiota por colgar tus besos con un lazo rojo por si ya no vuelvo a verlos más. Idiota por perderme por si acaso te marchabas ya, y tirar tu confianza desde mi cama, hasta esa ventana...
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silbiditos!