La maleta justo a mi lado, casi lista para irnos de aquí, por una semana.
Llevo tanto tiempo esperando esto, lo llevo necesitando desde hace tantos meses...
Ilusión, ganas, ansiedad... Pero también pena.
Pena porque sé que pase lo que pase no voy a volver esta semana, y sé que aquí pueden pasar mil cosas en estos días, sobre todo una... Sé que nunca me lo tendría en cuenta si ese momento llega y yo no estoy aquí, pero me gustaría haberla visto una última vez, aunque ella ni siquiera haya podido reconocer hoy a mis padres.
Por lo demás es que es todo tan raro...
Me apetece desconectar de todo por una semana. Que sólo importe YO y mis amigas. No sé, no tener esa sensación de ser siempre la que está esperando para todo. De no tener que estar en casa. De ser yo la que decide hacer las cosas o no hacerlas; no ser la persona a la que repercute ese hacer o no hacer, y hablo de TODO (para que no haya mal entendidos entre los pocos, pero muy bien valorados, lectores que aun me quedan). Con muchísimas ganas de ver las cosas con distancia, porque desde que todo es raro, no he cambiado de ambiente, y me apetece.
Cuidaros
¡Hasta pronto!
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silbiditos!