lunes, 17 de agosto de 2009

subestimando las 24 h. de todo un día,,


Te dejo que me quieras como tú prefieras. Con ganas, a bocados, al cien por cien, de repente, con tus dudas, hasta el fin de los tiempos o durante 24 horas. No lo llames amor si no quieres; no me importa el nombre, sino tu forma de mirarme.



Y para muchos 24 horas suelen ser pocas, solemos quejarnos de que es poco tiempo. Pero normalmente gastamos todas nuestras fuerzas en protestar, y entonces ya estamos perdiendo segundos, minutos, incluso horas de esas 24 que nos resultan insuficientes.

Seguro que no nos hemos parado a pensar cuántas veces podemos sonreir en un día, cuántos besos caben en 24 horas, cuántas veces podemos reir a carcajadas en esos 1440 minutos que se nos regalan cada día, o cuántos abrazos podemos dar en 86400 segundos.

Yo me quejo mucho, demasiado; es cierto, me gustaría tener mucho más tiempo para mí y para mis cosas, para compartirlo, perderlo, invertirlo o simplemente para no hacer nada, para ver cómo pasa.

Pero tras mucho pensarlo he decidido que me basta y me sobra con 24 horas, y sobre todo, con pasarlas CONTIGO, si tú quieres...



Y como resulta que se le da importancia y credibilidad a lo que escribo (a veces demasiada), entonces me atrevo a escribir que T.E.Q.U.I.E.R.O. y estoy convencida (casi al 1oo%) que más que tú! (dsd)

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silbiditos!